Se apunta a una política estudiantil que tenga sentido en relación al mejoramiento académico, al incremento cultural y a la democratización de las concepciones y las prácticas, debe partir del reconocimiento de la situación social y cultural de las/los estudiantes capaces de actuar críticamente, teniéndoles como constructores colectiva y participativamente de una cultura política democrática dentro del Instituto Superior y en la sociedad donde se inserta.
Desde promover la integración y la participación estudiantil, pensar en los jóvenes y adultos que transitan los ISFD – institutos superiores de formación docente – en la actualidad implica reconocer algunas problemáticas que las/los atraviesan y analizar ciertas representaciones que habitan en las instituciones formadoras. Las políticas estudiantiles reconocen a las/los estudiantes como sujetos de derecho, y que como tales, poseen también obligaciones y responsabilidades que hacen a la construcción de ciudadanía.
La importancia de proponer algunas líneas estratégicas tiene por objeto generar acciones capaces de interpelar a las/los estudiantes como ciudadanos responsables y protagonistas de su comunidad, que los convoque a organizar grupos de trabajo entre pares para imaginar, planificar, implementar y evaluar diversas iniciativas y proyectos.
Las estrategias estudiantiles se orientan a profundizar la formación en tres líneas articuladas entre sí:
- la democratización y la ciudadanía responsable
- la comprensión sociocultural
- el diálogo con la comunidad
A nivel institucional, es necesario conocer y reconocer a la comunidad estudiantil y, a la vez, a la comunidad local de la cual el ISFD es parte, problematizando y modificando marcas de rigidez institucional.
A nivel estudiantil, es necesario que las/los estudiantes se apropien de los espacios institucionales, sean partícipes activos y responsables en el conocimiento, el reconocimiento y el encuentro con la comunidad, comprometiéndose con ella desde su pertenencia institucional.
Lo político también supone relaciones de colaboración entre identidades e intereses diferentes en la búsqueda del bien común y de aprendizaje de la expresión pública de distintos modos y grados de disenso, de cuestionamiento o de antagonismo . Las formas de democratización institucional son una larga construcción, y a veces pueden ser borradas o desvirtuadas si se entiende la democratización como el mero acto de procedimientos.
En definitiva, el Coordinador Institucional de Políticas Estudiantiles acompaña, guía, promueve, genera, comparte en conjunto con las/los estudiantes organizados un espacio dentro de la institución para resolver conflictos, inquietudes, problemáticas, sugerencias con el fin último de construir una dinámica armónica dentro de la misma institución en la que la/el estudiante ingrese, permanezca y egrese .
CIPE – Coordinadora Institucional de Políticas Estudiantiles.
Prof. Lucía Ibarra.